Desde la llegada de los invasores musulmanes en el año 713 hasta la primera mitad del siglo XII nuestra comarca permanece bajo la ocupación musulmana.
Los hispanorromanos autóctonos sufren un proceso de arabización e islamización. El nombre de Caspe, por ejemplo, se dice que procede del nombre árabe de Qasb.
La actual Colegiata y el Castillo de esta localidad se asentaron en las ubicaciones que ocuparon el Castillo y Mezquita musulmanes.
Con la reconquista, fue la Orden de San Juan de Jerusalén la que finalmente quedó encargada de su construcción y control. Caspe conserva en algunos barrios, como el de La Muela, el trazado musulmán. Lo mismo podemos decir del casco urbano de la localidad de Nonaspe que conserva en muchos recovecos la clara huella del trazado musulmán del poblado.