La técnica constructiva de piedra en seco es una técnica tradicional cuya principal característica es la falta de argamasa o conglomerado para la colocación del material constructivo, la piedra.
Esta técnica tiene que ser entendida como un recurso de adaptación al entorno, en el contexto de una economía de subsistencia en la que se aprovechan los recursos más cercanos. La piedra proviene del despedrado de los campos de cultivo que se acumula en los márgenes. Responde a una organización del paisaje agrícola que da lugar a estructuras arquitectónicas que perduran en el tiempo y, generalmente, destinadas a usos auxiliares, como la delimitación del terreno en los que se produce la acción humana sobre la naturaleza.