A 15 minutos, en coche, de Fabara y 38 kilómetros de distancia desde Caspe, capital de la comarca, encontramos esta población de 961 vecinos, según cifras de población oficiales del INE a 1 de enero de 2019.
Ubicada entre el cauce de dos ríos, el Matarraña y el Algás, esta villa se estructura desde el punto de vista urbanístico en torno a dos calles que siguen la orografía del barranco sobre el que se asienta este enclave.
Debido a su situación estratégica, Nonaspe fue perteneciendo uno tras otro a diferentes adalides de los reyes hasta pasar a ser, incluso, baluarte templario en 1244.
Nonaspe sugiere al visitante la posibilidad de un turismo variado. Dos rutas de senderismo de 15 y 18 kilómetros respectivamente, ofrecen la posibilidad de ver paisajes inolvidables a pie, en bici de montaña o en todo terreno ya que, durante el transcurso de las mismas, se cruza varias veces el cauce del río.
Dentro del denominado turismo cultural, Nonaspe ofrece también la visita de la iglesia de San Bartolomé, considerada la más antigua de la comarca, data de finales del siglo XIII.
Así mismo, la ermita de Nuestra Señora de Dos Aguas, se encuentra ubicada en un paraje idílico a 2 kilómetros del casco urbano de Nonaspe y constituye un conjunto barroco de especial belleza.
El primer domingo de Septiembre es la fecha destinada a la Romería en honor de la Virgen de Dos Aguas, ocasión en la que los vecinos de la comarca aprovechan para disfrutar del día al aire libre.